Finalmente, en nuestra última noche…
Cedimos a mentirnos y engañarnos.
Volvimos a caer en la resaca,
complaciendo nuestros cuerpos,
y nuestro silencio se convirtió en un dulce placer,
en un grito ahogado de éxtasis,
no refrene mis sentimientos,
fui un mar, un extenso y solitario mar,
tú, un cielo el más oscuro y aterciopelado cielo.
Y, me perdí nuevamente en ti,
en tus profundidades, en tu cama
vacíe mi falsedad, húmeda y temblorosa
me tomaste sin revuelvo,
devoraste mi cuerpo y mi alma.
Me robas una vez más (acaso no era suficiente ya!, acaso aún hay algo que te puedo dar!)
Asaltas mi ser como el más sucio y oscuro ladrón
te vas con todo y con una sonrisa de placer en tu rostro.
Me dejas sedienta y vacía…
de un amor, de un cuerpo, de una razón...
por: TuLuz