lunes, 4 de febrero de 2008

Melodía Desencadenada.


Oh, mi amor, mi querida
He deseado tanto tus caricias
Durante un largo, solitario tiempo.

Y el tiempo pasa lentamente,
Y el tiempo puede hacer tantas cosas.
¿Aún eres mía?

Necesito tu amor
Necesito tu amor,
Que Dios me envíe tu amor hacia mi.

Los ríos solitarios flueyen al mar,
Al mar,
A los brazos abiertos del mar.
Los ríos solitarios suspiran:
Espéradme, espéradme
Estoy llendo a casa, espéradme.

Oh, mi amor, mi querida
He deseado tanto tus caricias
Durante un largo, solitario tiempo.

Y el tiempo pasa lentamente,
Y el tiempo puede hacer antas cosas.
¿Aún eres mía?

Necesito tu amor
Necesito tu amor
Que Dios me envíe tu amor hacia mi.




y aquellos seres vivian en un universo repleto de obstáculos , a veces las flores se marchitaban debido al flujo de palabras acidas que recaían sobre aquellos amantes , las hojas de aquel frió otoño trataban de ocultar aquel amor , mientras el viento con una pizca de envidia trataba de separar aquellos cuerpos no entendiendo que aquel sentimiento denominado amor no entiende de materia , solo entiendo de utopías que convergen en alguna dimensión de nuestro extenso y a la vez ínfimo universo.